Desde hace varios años, a diario solemos escuchar que es importante cuidar la energía y no derrocharla. Pero, ¿realmente sabemos de dónde nace esta urgencia? ¿Por qué es tan importante conocer las consecuencias de nuestro modelo energético actual y pensar en uno nuevo, más sustentable?
La ONU ha establecido el 14 de febrero como fecha especial para promover e impulsar el uso de energías renovables y reflexionar sobre el impacto que genera sobre nuestro planeta producir energía con fuentes no renovables. Tras muchísimos años de explotación y desarrollo, nuestro modelo energético actual se encuentra en crisis, y las razones para pensar en uno nuevo, sobran.
Para empezar, el modelo energético que predomina en el mundo se nutre principalmente de combustibles fósiles. Por ejemplo, en Argentina la matriz energética primaria está compuesta en un 80% por fuentes de energía no renovables, como el gas y el petróleo. Estos recursos son muy valiosos y útiles, pero tienen un impacto terrible en nuestro planeta: son hidrocarburos y su combustión para generar energía resulta altamente contaminante.
Cada día, en todo el mundo, medios de transporte, centrales de energía, entre otros, funcionan a base de derivados del gas y el petróleo. Además de la contaminación que generan, hay otro factor para tener en cuenta: son recursos no renovables. Esto quiere decir que tienen fecha de vencimiento: no son eternos. En el caso de los combustibles fósiles, la naturaleza tarda millones de años en producir lo que los seres humanos consumimos en tan solo un año.
Por todo esto, es necesario pensar en un nuevo modelo que se nutra de energías renovables que no solo no tengan fecha de caducidad, sino que además sean amigables con el planeta y garanticen un futuro a las próximas generaciones.
La energía solar, aprovechando la radiación del sol, puede suplantar a la electricidad. Además, es una fuente de energía mucho más económica que otras alternativas. En la misma sintonía, la energía eólica también está ganando terreno: en este caso, se aprovecha la energía cinética del viento para luego convertirla en energía mecánica o eléctrica.
Podríamos nombrar más fuentes renovables, pero estos dos ejemplos bastan para dar cuenta de que un nuevo modelo de energía más sustentable es posible.
Pero, hasta que realmente podamos cambiar nuestro modelo energético, ¿qué podemos hacer, hoy y ahora, para preservar nuestro planeta y cuidar las fuentes de energía no renovables?
En PSA nos comprometemos día a día con ofrecer alternativas cada vez más sustentables para ayudarte a cuidar el planeta. Cada tarea que emprendemos, la hacemos bajo el faro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por las Naciones Unidas para poner fin a la pobreza, mejorar las perspectivas de vida de las personas y proteger el planeta. Dentro de todos los objetivos a los que aportamos, está el de la Producción y consumo responsables.
“Asegurar que las personas de todo el mundo tengan la información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible” es una de las metas de este objetivo. Y es por esto que una de las iniciativas que llevamos a cabo a través de nuestro Programa ecoPSA es la de aportar a la educación sustentable y recordarle a todos nuestros colaboradores y colaboradoras lo importante que es hacer un uso eficiente de la energía en nuestros Centros de Negocios y en nuestra planta fabril. Desde esta iniciativa, promovemos acciones como las siguientes:
- Apagar la computadora si no se está utilizando: un aparato en posición de espera puede representar hasta un 70% de su consumo diario.
- Apagar las luces del lugar de trabajo en las zonas comunes poco utilizadas.
- Cuando se utiliza el aire acondicionado, graduar el termostato a 24°C. Cada grado suplementario representa un 7% más de consumo energético.
- Utilizar lo más posible la luz natural y abrir las cortinas.
Además, reforzamos estos hábitos de ahorro a través de pequeños recordatorios en nuestras instalaciones:
Nos ha tocado vivir en un contexto de emergencia ambiental y eso, lejos de desesperarnos, debe darnos la oportunidad de cambiar para tomar nuevas y mejores decisiones. Cada pequeña acción, cuenta. Hagamos posible una vida más sustentable para proteger nuestro planeta, el único que tenemos.
Nos ha tocado vivir en un contexto de emergencia ambiental y eso, lejos de desesperarnos, debe darnos la oportunidad de cambiar para tomar nuevas y mejores decisiones. Cada pequeña acción, cuenta. Hagamos posible una vida más sustentable para proteger nuestro planeta, el único que tenemos.
Fuentes: